El resto de los animales usa la boca para morder, lamer, chupar, saborear, masticar, tragar, toser, bostezar, chillar y gruñir. Nosotros agregamos otras acciones además de hablar y, entre ellas, una de singular sutileza: la sonrisa, instrumento indispensable en las relaciones humanas.Es nuestra la boca la más expresiva del reino animal. En su libro The Face, Daniel McNeill se refiere al misterio de las sonrisas. Precisa que la imprecisión de la sonrisa aparece en nuestros rostros casi desde el día en que nacemos y que resulta nuestro rasgo más inmediatamente identificable incluso desde distancias considerables. Así, vemos antes una sonrisa que una nariz grande o unos ojos azules; y nuestras primeras sonrisas son las más misteriosas de todas porque resulta imposible saber a qué se deben. Recién entre la quinta semana y el cuarto mes de vida – según McNeill – la sonrisa se vuelve “social”. Estudios anteriores sobre niños ciegos de nacimiento dieron que estamos programados genéticamente para realizar una serie de gestos básicos con la boca, relacionados con nuestros cambiantes estados de ánimo; pero en el caso de los niños normales, estas expresiones se refinan como parte del aprendizaje cultural. Y se supone que una sonrisa es muestra de buena voluntad pero pocas cosas más ambiguas o traicioneras que una sonrisa. Porque – el estudioso Paul Ekman ha contabilizado dieciocho tipos de sonrisas con numerosas variaciones y subclases – hay sonrisas despectivas y sonrisas avergonzadas y sonrisas falsas y sonrisas torcidas. ¿Dónde encajar la maldita sonrisa de la Gioconda? La sonrisa más discutida y teorizada de la historia.
“Mona Lisa debe tener los blues de la autopista, te das cuenta por el modo en que sonríe” dice Bob Dylan en Visions of Johanna.
Pocos discuten que La Gioconda sea la pintura más famosa del mundo acaso porque es una de las pinturas de las que menos se sabe. ¿Es Caterina, madre de Leonardo? ¿Es Lisa Gherardini, esposa de Francesco del Giocondo? ¿Era “jocosa”? ¿Es Isabella de Aragón, duquesa de Milán? ¿Está completa la obra o es el fragmento de un lienzo? ¿Le agregaron el fondo a posteriori? ¿Qué importa?
A cuento de un titular del diario El País: “Mona Lisa desvela su secreto. Un estudio revela que La Gioconda, de Leonardo Da Vinci, se encontraba en período de lactancia. Ian Austen, quién firma el artículo dice que “el análisis científico más importante realizado en los últimos 50 años al cuadro ha descubierto algunos secretos inesperados”. Bruno Mottin – conservador del departamento del Centro de Investigación y Restauración de los Museos de Francia – ha llegado a la conclusión, a partir de una casi invisible “gran túnica de gasa transparente que se puede ver, en parte, a la derecha del cuadro” es posible asegurar que la dama retratada se encontraba embarazada o en período de lactancia. “Las nuevas imágenes captadas demuestran que, en cierto momento, sus manos estuvieron apretadas y no en posición relajada y que era como si fuese a levantarse de la silla”. El mismo artículo amenaza con que el desarrollo de nuevas tecnologías no hará otra cosa que arrancarle nuevas y sorprendentes revelaciones a un cuadro que – explica David Rosana, historiador de la Columbia University – “nunca se ha limpiado y está sorprendentemente sucio”. Así quedamos a la ansiosa espera de nuevos descubrimientos como ser a donde se habría levantado la señora o donde vacacionaba según la pigmentación oleaginosa de su bronceado.
La Gioconda. 1 comentarios
Posted at 15:19 in ARTE
Publicado por
Marco on 6.8.07
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Por favor caligula tenes que poner la retrotapa de la pelota no dobla en este blog ES UNA TERRIBLE MENTIRA....
Igual a pesar de lo mucho que me calienta esa tapa te felicito por la grafica....Saludos
Artalexis
3 de julio de 2008, 13:02